¿Lo habéis visto?
Ayer al verlo fue la emoción de volver a ver a Guille actuando aunque sea por un espacio corto; pero hoy volviéndolo a ver me he visto tan reflejada, y supongo que como tantos maestros / as.
Son pequeños detalles que hacen grande al corto.
La maestra que apaga el despertador y posiblemente lleve tiempo despierta para acercarse antes al cole, para revisar la clase de última hora, para recortar algo que la noche anterior no pudo porque literalmente se dormía sobre el papel.
El café ya preparado para no perder tiempo y coger energía para tener una sonrisa todo el día para esos pequeños.
Llega a su edificio, en medio de un polígono, lejos de su casa, como tantos y tantos maestros, y en medio de un cole medio derruido entra en su clase, porque esas cuatro paredes con toda la vida que transmite son un poco nuestras y se dispone a dar clase, haya muchos o pocos alumnos, con unas estructuras viejas pero es capaz de cada día hacerlo nuevo a través de sonrisas , abrazos, miradas...por muchas dificultades que encuentre en su camino.
Así que gracias a todos los que habéis formado parte de este corto por recordarme que UNA MAESTRA NUNCA SE RINDE,algo que por otra parte tengo muy presente, pero nunca va mal verte reflejada desde fuera, aunque más joven.
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