¡GRACIAS MISERABLES!

Alguien me dijo antes de entrar al teatro, "con sólo escuchar AH  AH AH  AH AH AH AH AH AH  el corazón me late más fuerte"

Y ahora que esto se acaba echo la visto atrás y recuerdo tantos momentos vividos, tantas emociones, sonrisas, lágrimas...gracias a vosotros, Los Miserables.

Siento una mezcla de emociones, tristeza por pensar que no volveré a ver ni oír ese Sálvalo de Gero, esa canción del pueblo, donde realmente formas parte de esa barricada, esa sillas y mesas vacías, esas barricadas... pero no puedo dejar de sonreír porque durante cada uno de esos momentos me habéis hecho inmensamente feliz.

No podré olvidar nunca esa primera conversación con David e Ignasi, ¡que manera de vacilarnos! o ese momento donde fui incapaz de decirle a Gero mi nombre, ¡gracias Antonia! o cuando escuche por primera vez "ven dispuesto a combatir hay una lucha que ganar, muchos hoy van a morir estas dispuesto a derramar tu sangre en las calles de Francia por la libertad" (que grande eres Guille)...y miles de situaciones más.

Es cierto, hay un antes y un después de Los Miserables, y no se explicar porque, sólo se que se me llenan los ojos de lágrimas cada vez que recuerdo todo lo vivido y la cantidad de personitas geniales que he conocido, sin Miserables ahora muchas de esas personas no estarían en mi vida y si alguien puede entender lo que estoy intentando explicar son ellas porque sienten lo mismo, porque esto es una manera de decir en voz alta lo que todos llevamos en el corazón.

Y no sólo son lágrimas de tristeza, son lágrimas de felicidad, porque tengo la gran suerte de amar el teatro, de haber disfrutado de vosotros cada segundo y eso siempre va a estar en mis retinas.

Ahora es a mí a la que se le pone un nudo en la garganta cuando escucha AH AH AH, AH AH AH AH