A veces sucede... un acontecimiento, una situación vivida tiempo atrás que te evoca un pensamiento, una necesidad, (que no todo el mundo comprende), sabes que va a suceder, que tarde o temprano pasará, se hará realidad y la llevas guardando en tu mente mucho tiempo.
Un día...esperas... cruzando los dedos, esperando ver aquello que tanto sabes que iba a ocurrir, y es real, ha pasado de ser un sueño a convertirse en realidad y una sonrisa aparece en tu cara, en tu corazón, una satisfacción que no puedes explicar y te sientes incluso ridícula pero te da igual porque es real.
Porque desde alguna parte de tu ser sientes eso que llaman orgullo, y es raro; orgullo sienten los padres por sus hijos, los hijos por los padres, los amigos, las parejas...pero ésto es difícil de explicar incluso para ti misma...pero sí...la palabra es orgullo.
Ni siquiera sabes cómo se sentirá la persona que te llena de este sentimiento, pero tampoco importa, por unos segundos tan solo existe esa plenitud.
Y aunque, es extraño, cuentas los días, meses para vivir ese sueño, que nunca fue imposible porque tu sabías que llegaría, no había duda, sólo cabía esperar el momento adecuado, porque todo tiene un tiempo y un momento, todo pasa en ese instante justo en que el universo conspira para que pase, y cada segundo esperado ha valido la pena porque ahora ese orgullo es más fuerte, esa admiración y respeto se hace grande. Es el momento.
Espero ese día contando las estrellas...
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